En lo alto de una colina, rodeada de pinos, de campos de frutales, almendros, olivos y de hortalizas se encuentra el alojamiento rural como un sueño hecho realidad.
Este rincón especial en el centro geográfico de la región de Murcia ha sido testigo del paso del tiempo y de la vida tranquila del campo murciano.
La Casa de la Colina tiene raíces que se remontan a los años setenta cuando fue construida con el sueño de ser un lugar especial para disfrutarla con familia y con los amigos. Durante estas primeras décadas, sus muros fueron testigos de celebraciones, risas y momentos inolvidables convirtiéndose en el escenario ideal para reuniones y escapadas familiares.
Sin embargo, con el paso del tiempo, la casa fue quedando en desuso llegando al punto de encontrarse prácticamente en ruinas.
Rosa se dedicó a la labor de restaurar y reciclar muebles y accesorios tratando de dar a cada estancia cierto confort familiar. Mientras tanto, Antonio se encargó de la restauración del interior de la casa y de la mejora de los espacios exteriores combinando las ideas propias con las opiniones y sugerencias de amigos.
Conforme se vivieron momentos de felicidad y alegría entre familiares y amigos, nació la inspiración de compartir este espacio tan especial con el resto del mundo. Poco a poco, Antonio y Rosa fueron habilitando la casa para que, sin perder el acogedor ambiente familiar, otras personas pudieran disfrutar de ella y del maravilloso entorno que la rodea.
Invitamos a todos aquellos que buscan un lugar para disfrutar de la paz y la tranquilidad que ofrece la naturaleza a ser parte de esta nueva etapa.